Si por algo se caracteriza Samuel Vázquez, presidente de la asociación Policía S.XXI, es por hablar alto y claro. Así lo hizo en la Asamblea de Madrid cuando denunció la inseguridad en las calles. Entre sus declaraciones, Vázquez explicaba cómo el "El índice de criminalidad otorga a todos los delitos el mismo valor... una niña agredida sexualmente por una manada es 1, un hurto en supermercado también es 1". Aquella intervención derivó en que el policía fuera purgado y, desde entonces, perseguido por Interior. 

La grabación de aquel enfrentamiento se hizo viral y, según Vázquez, marcó el inicio de una campaña represiva desde las altas esferas del Ministerio del Interior.

En apenas tres meses, se le abrieron cinco expedientes disciplinarios consecutivos, todos sin denunciante alguno, promovidos directamente por el propio Director General, un hecho que el entorno del afectado ha calificado de «sin precedentes en democracia». No obstante, Vázquez ya ganó en su momento una causa judicial contra el secretario de Estado de Seguridad, firmante de uno de los expedientes, cuando un juez dictaminó que una unidad interna no podía fiscalizar a un agente fuera de servicio.

El portavoz de Inmigración y Seguridad de Vox ha señalado que uno de los hechos más graves de la campaña contra él fue la prohibición de ejercer el derecho al sufragio pasivo, impidiéndole presentarse a unas elecciones por tener un expediente abierto. Así, ha denunciado que «hay precedentes de otros agentes a los que sí se les permitió concurrir en situaciones similares. Se me aplicó una vara de medir política». Además, Vázquez ha afirmado que «esto no fue cosa de dos personas. Fue una maquinaria entera puesta en marcha para silenciarme».

Ahora, el director general de la Policía Nacional nombrado por el ministro del Interior, Francisco Pardo Piqueras, y el comisario principal Luis Guillermo Carrión deberán declarar en calidad de investigados por delitos de prevaricación, acoso y coacciones contra Vázquez que, según su denuncia, fue objeto de una intensa campaña de hostigamiento institucional que lo llevó a abandonar el cuerpo policial.

Verdad

 

En resumen, el ministro del Inteiror, Fernando Grande Marlaska está tocado, que no hundido. Tocado en su hombre de confianza, el que ha puesto la Policía Nacional a su servicio. ¿O es que nadie ha reparado que, durante los dos últimos días el cuerpo de élite de la Policía Nacional (UDEF) ha desaparecido y todo el protagonismo ha pasado a la UCO de la Guardia Civil?