¡Ay que desdicha, ay que temblor!

Qué será de nosotros, con el honor

que nos hace el tal Sánchez,

con su plan tan rimbombante,

para pasar estas Navidades,

para acabar con la pandemia,

y para gestionar la economía,

que seguro, a la ruina nos llevará.

 

Lo primero, no reunirnos en familia,

ya pasó a mero borrador, de plan;

que discutirán las autonomías.

El segundo, a la vacuna, todo lo fía,

y empieza a comprar allí y allá,

sin estar aprobadas todavía.

¿Pasará igual que con las mascarillas?

Y del tercero que hemos de decir,

si ya se gastó del ciento, el ochenta,

del maná que de Europa ha de venir,

en el año que aún no ha principiado.

 

Y ante futuro tan halagüeño,

no queda más remedio, que clamar:

¡Majestad: no hay nadie en este reino,

que nos libre de tamaño desatino,

y de un hombre tan desleal y tan dañino!