Hace muchos años, escribí un poema inspirado en un hecho sucedido durante la Transición hacia la democracia. Años más tarde lo publiqué en este mismo periódico, y en 2019  lo incluí en mi libro La España políticamente correcta (Parquelagos Editorial), con el título Desmitificando. Vuelvo a publicarlo, con gran dolor, ante la situación política actual.

      

                                                       Dedicado a Sánchez e Iglesias y, con dolor, a Casado

 

En tarde, noche, del otoño declinando,
unos notables se hallaban conversando
sobre un país, y su futuro inmediato,
de cuyo nombre, no puedo acordarme
pues se perdió en el tiempo y el espacio.
 
¡Se perdió hace tanto!
 
Ha poco entre suspiros, lloros y llantos,
verdaderos unos, otros falsos,
discutían los notables,
moderados una veces, otras no tanto,
que hacer debían para no volver a los palos.
Había muerto, quien el país había dominado.
Y un plan concibieron con un nuevo palabro:
el consenso. Que aplicaron.
 
Para que unos ciudadanos mandasen,
sin cortapisas ni impedimentos varios.
Y de esta guisa y manera,
ante el pueblo, desmitificarlos.
 
Pero las dudas, en uno de ellos surgieron,
¿Y si nos equivocamos?
¿Por qué a equivocarnos vamos?
los otros le peguntaron, ¿si los conocemos tanto?
 
Porque entregar una mesa bien provista,
a unos hambrientos y maleducados,
conducir podría, no solo a perder la comida,
que reponer no sabrían,
sino también los platos, y la mesa
que así mismo destruirían*.
 
*Hambrientos de política y maleducados: Socialistas, comunistas, nacionalistas-separatistas…
  La comida: la economía
  Los platos: La Constitución
  La mesa: España