- Homicida, porque las víctimas no le habían hecho nada.
- Cobarde, porque después se suicidó.
- Asesinar es muy sencillo en el siglo XXI: se mata a distancia.
- Y el único asesino no tiene por qué ser el musulmán.
Stephen Paddock (
en la imagen)
tenía 64 años, y armado con una veintena de armas, la mayoría automáticas,
ha conseguido matar a 60 personas y herir a más 550.
Lo cual demuestra dos cosas:
lo fácil que es asesinar, incluso a muchos, en el siglo XXI
y las ansias homicidas que anidan en la actualidad.
Ojo, no sólo es
yihadismo, también hay asesinos occidentales.
¿Por qué mató
Stephen a todos esos inocentes? No lo sabemos pero seguro que no amaba mucho la vida. Tampoco la suya, porque
se suicidó. Es decir, era
homicida y cobarde. El suicidio es el asesinato más cobarde de todos.
No me vale decir que era un loco. No son los locos los que se vuelven malos sino los malos los que se vuelven locos. Es tan grave el homicidio (hasta en las mismas fieras vengará
Dios la muerte del hombre) que, en efecto, presiona sobre la mente. Pero eso viene después. En principio,
los primeros homicidios, casi nunca son obra de un loco, sino de un canalla.
¿La 'hazaña' de Paddock forma parte de esa
III Guerra Mundial por trozos de la que habla el
Papa Francisco? Por supuesto.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com