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Vamos a meter un poco la cabeza en las recientes elecciones vascas que, a pesar del aparente manto de paz y tranquilidad democrática, han provocado un profundo sentimiento de violencia y dolor en gran parte de la población española, muy especialmente en las víctimas directas de ETA y los herederos de éstas, que también son víctimas.
Lo primero que podemos observar es que ETA ha sido absolutamente blanqueada desde y por el partido socialista, al que otros han bendecido de hecho con su silencio cómplice, vergonzante actitud. El Partido Popular con muertos entre sus filas tenía que denunciar el engaño de “ETA ya no existe, ha sido vencida por la democracia”, mantra que desde el PSOE, y sus voceros mediáticos, han divulgado por activa y por pasiva. Pero total para qué, para eso ya está Vox, esos exaltados que dicen lo que ellos no se atreven… Todos sabemos, pero te cancelan si lo dices muy alto, que EH-Bildu, socapa de ETA, abandonó sus planes criminales porque José Luis Rodríguez Zapatero -¡otra vez este personaje siniestro!-, cedió poder político a favor de los terroristas desde, para y en las instituciones a cambio de no más bombas.
ETA, o EH-Bildu, ¡perdón, qué manía!, se ha convertido en la segunda fuerza política de los vascos, al que le ha faltado un pelo para desbancar al PNV, que de tanto recoger las nueces, como diría el finado Javier Arzallus -un personaje más para el museo de los horrores-, al final casi se les indigestan
Es un engaño de facto porque ETA, o llámele EH-Bildu, como quiera, no ha cedido en sus planes y objetivos porque siguen hasta el final, ahora colonizando instituciones y cobrando de todos los españoles. El periodista corresponsal en París, Juan Bellveser, en 1970 mandó la siguiente crónica: «No entraremos a formar parte de un frente antifranquista —como nuestros mayores en 1936— simplemente porque no somos antifranquistas. Lo que somos es antiespañoles, contra la colonización por España, cualquiera que sea su Gobierno (...) el único frente que queremos formar es un frente vasco, comprendidos en él todos aquellos a quienes los marxistas-leninistas (que son españolistas) llaman burgueses. Lo que cuenta para nosotros no es derribar a tal o cual régimen, sino construir un Estado vasco con fuerzas vascas».
Ahora, los de ETA, o EH-Bildu, que a veces me lío, tienen una posición extremadamente ventajosa: un presidente pelele que los necesita para seguir en Moncloa, se llama Pedro Sánchez, el Denostado, y que seguirá compartiendo gobierno, pactos, legislatura y abominables traiciones a España. No se pierdan el titular en La Razón “Moncloa «integrará» más a Bildu en sus políticas. La dirección socialista considera que las urnas normalizan por completo a la formación abertzale. Harán pinza con ella para atar al PNV” y saquen ustedes mismos conclusiones, no se necesita un máster en política…
ETA, o EH-Bildu, ¡perdón, qué manía!, se ha convertido en la segunda fuerza política de los vascos, al que le ha faltado un pelo para desbancar al PNV, que de tanto recoger las nueces, como diría el finado Javier Arzallus -un personaje más para el museo de los horrores-, al final casi se les indigestan. Ahora toca decidir con quién va a pactar el PSE, si con los vascos que dejaban matar o con los que mataban. Son dos fichas difíciles y tengo la sensación de que se decantarán por los bilduetarras, porque en el fondo el PSOE está más cómodo con ellos, que tienen objetivos claros y lineales, mientras que el PNV siempre ha sido un partido de conveniencias y les pueden fallar a mitad del viaje.
Unas elecciones, decíamos un poco más arriba, que han volado por los aires el dolor, la muerte y el sacrificio de casi 1.000 víctimas directas y varios miles más como indirectas. La pregunta de la indignación es «¿De qué han valido los muertos»? Y ojo, no es que en vascongadas se hayan vuelto locos, es que preguntas en la calle y los jóvenes menores de 30 años no saben quién fue Miguel Ángel Blanco, y a otros muchos de cualquier banderío político les parece que Otegui ha sabido pasar página… ¡Y también por encima de nuestros muertos! Navarra, País Vasco y el Congreso está totalmente sometido a esta banda que, como ya dijera Albert Rivera, era Sánchez y la banda de Sánchez.
Alberto Núñez Feijóo ha salido tocado de este plebiscito. Sus escrúpulos políticos de no querer compartir espacio sociológico con Vox, le siguen dejando cojo, sin respaldo, sigue sin aprender de la izquierda que actúa junta, aunque se odie porque tiene los mismos objetivos
Lógicamente, en esta aberración democrática, que es dar por bueno a los herederos de los asesinos con más de 100 delincuentes por asociación o acciones con banda terrorista vayan en sus listas, algunos buscan un efecto espejo en las próximas catalanas, donde el juego es muy parecido. Mientras que el PSC trata de buscar un amplio respaldo para dejar noqueados a los nacionalistas, los nacionalistas afilan sus cuchillos a la vuelta al Congreso después de estos comicios. Y no se olviden que Carles Puigdemont dejó el aviso de que no perdonará, gane quien gane, la presidencia de la Generalidad.
Todo esto podría ser la trama de una película distópica, pero no, hay que despertar y recordar que tras todo este entramado donde la ley es lo de menos y la honradez ni se la espera, la derecha española sigue dándose unos a otros carpetazos en la cabeza. Alberto Núñez Feijóo ha salido tocado de este plebiscito. Sus escrúpulos políticos de no querer compartir espacio sociológico con Vox, le siguen dejando cojo, sin respaldo, sigue sin aprender de la izquierda que actúa junta, aunque se odie porque tiene los mismos objetivos. Ahora, personalmente comprendo su rechazo, porque a los escrúpulos de un partido socialdemócrata de tintes ideológicamente progres, le debe costar mucho tener a Pepito Grillo, es decir a Vox, metido en la cama y, sin embargo, en las comunidades donde gobiernan en coalición triunfan y la sociedad está contenta, pero Alberto es mucho Alberto, esto debe ser…
Y para remate, nos llega de la factoría Sánchez, su amago de dimisión, autovictimizándose, y nos dice que se retira cinco días a reflexionar sobré qué hacer por la judicialización de su mujer Begoña Gómez. He echado en falta lo del Tito Berni, el caso Koldo, y las amnistías que ha repartido desde la mentira y la desfachatez. Todo bien apuntalado y por sorpresa, como la convocatoria de las elecciones del 23J, sus arietes mediáticos ya están calentando motores y si en unas horas no nos llega una concentración prosanchista de "¡oh, mi amado líder!" poco faltará. Seguimos en el cine.
Lenin. El gran error que hizo caer la URSS (Almuzara) Santiago Armesilla. El autor pone en claro una crítica marxista al derecho de autodeterminación, ese derecho que defienden los nacionalistas secesionistas. La idea de que una región pueda decidir desligarse del Estado al que pertenece, parte de una raíz metafísica que la conecta de lleno, sí, con la también fantasiosa creencia de que un sujeto puede afirmarse de otro género y cambiar de cuerpo.
El porqué Cataluña no será independiente (Sekotia) Isidre Cunill. Fallecido el autor en los oscuros años del covid, este autor dejó esta obra donde sus tesis de periodista de investigación, así como los fundamentos históricos hacen que la tesis de separación no pase de ser un quimera usada con astucia por los políticos autodenominados independentistas para chantajear al gobierno central hasta lograr ventajas políticas y presupuestarias a su favor.
La sociedad vasca: ¿pluralidad sin pluralismo? (Deusto) Antonio Rivera y Izaskun Sáez de la Fuente. El origen social e histórico de la pluralidad de la sociedad vasca y sus diversas formas de expresión, cómo se fue atacando dicha diversidad y erosionando el pluralismo. Este proceso se sitúa en un primer momento en el choque entre cosmovisiones tradicionales del mundo preindustrial y las cosmovisiones liberales modernas emergentes en el siglo XIX y con este trasfondo, se recorre el siglo XX.