El diputado de Sumar en el Congreso, don Nahuel Gonzalez, portavoz de la Asociación Parlamentaria en defensa de los animales (APDDA), pregunta al Gobierno (del que forma parte su partido y el pitorreo ya se ha extendido por todo el hemiciclo) sobre el luctuoso suceso de la muerte, en plena Feria de Abril, de la yegua Paloma, que sufrió un infarto fulminante. 

Sospecha Nahuel que los ricos de la Feria habían llevado a la pobre Paloma a una situación límite, absolutamente lamentable, lo que demuestra que los animales, seguramente las yeguas aún más que los caballos, están maltratados por tanto humano señorito que baila sevillanas y toma manzanilla.

La verdad es que es la última pero no la más necia muestra de animalismo activista. Pero el asunto está alcanzando un nivel peligroso, porque la necedad aumenta, por lo que conviene aclarar una serie de puntos:

1- El primero, que los resume a todos: si tratas a los animales como a hombres acabarás por tratar a los hombres como animales. 

Munilla

 

2.Chesterton llegaba un punto más allá: allí donde hay culto al animal hay sacrificio humano. Reparen que en Madrid ya hay más perros que niños, y que el animalismo promociona el aborto. Nunca hemos cuidado tanto de nuestras mascotas y nunca habíamos asesinado a tantos niños nonatos. 

3.Conviene no olvidar que a las bestias les gusta que les traten como a bestias, no como a personas y a las personas no les gusta que les traten como a bestias sino como a personas.

4.Importante: el animal no es consciente de su sufrimiento... porque no tiene consciencia. El hombre sí y eso constituye su verdadero dolor.

5.Si piensas que sólo te quiere tu perro, a lo mejor es que no sabes querer.  

6.Por pertinente: el toro sufre en el ruedo, ciertamente (después de haber llevado una vida de lujo, dicho sea de paso) pero el torero arriesga su vida.