- Democracia no es votar cada cuatro años: es respetar la libertad individual.
- Y Erdogan no es un demócrata: sólo un fundamentalista ambicioso.
- Y ahora se convertirá en un tirano homicida.
- Eso es a lo que aspiran partidos como Podemos: utilizar a las masas como ejércitos y las urnas como armas
- Indolencia condenatoria. ¡Cuánto te quieren tus aliados, Erdogan!
- ¿Seguro que han ganado los buenos? ¿Seguro que ha ganado alguien?
No me gustan los golpes militares. Pero una cosa es eso y otra que la patulea política occidental asegure ahora que
Turquía es un ejemplo de democracia y el señor
Recep T. Erdogan el líder democrático.
Por ejemplo, algunos tenemos dudas sobre si no hubiera sido bueno que los
golpistas expulsaran a un arquetipo del peor político del siglo XXI: el
tirano demócrata. Eso ha sido Hugo Chávez y eso ha sido incluso la mayor tiranía mundial, el régimen comunista chino. Y a eso es a lo que aspiran partidos como
Podemos: utilizar a las masas como ejércitos y las urnas como armas.
Y Erdogan no es un demócrata: sólo un
fundamentalista ambicioso. Y ahora se convertirá en un tirano homicida. De hecho, ya está realizando una
purga, no sólo en el ejército sino en todo el aparato judicial. Para fortalecer la democracia claro.
Y lo de siempre:
democracia no es votar cada cuatro años sino aquello que defiende la libertad de las personas, también las minorías.
Ahora bien, en el caso de Turquía, alguien en la Casa Blanca debía albergar la esperanza de que, después, de todo triunfara el
golpe de Estado en Turquía. Y en las cancillerías europeas, también en España, lo mismo. Primero esperaron a ver quién ganaba y luego corrieron presurosos, como Julio César, en socorro del vencedor.
Indolencia condenatoria. ¡Cuánto te quieren tus aliados, Erdogan!
¿Seguro que han ganado los buenos? ¿Seguro que ha ganado alguien?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com