- Ahora gano lo mismo que hace 20 años pero produzco la mitad.
- Como casi todas las prestaciones públicas, se otorga como una limosna para algunos y acaba siendo una injusticia para todos.
- Y el más perjudicado de todos es el mundo pobre.
El Patrón de Madrid,
San Isidro Labrador (
en la imagen), es un santo bien documentado. A pesar de los 1.000 años sabemos mucho de él. Sabemos, sobre todo, que sea labrador.
Buen momento para terminar con una de las
aberraciones económicas más graves de la edad moderna: la política agraria común, dicha PAC.
Pedro Barato, el presidente casi eterno de la patronal de agricultura lo explicaba así: "Ahora gano lo mismo que hace 20 años pero produzco la mitad".
Es una política de subvenciones que, como siempre,
comienza por ser una limosna para algunos y acaba por ser una injusticia para todos. Especialmente para el Tercer mundo, que depende de la agricultura mucho más que Europa.
Y ojo porque
no se puede pagar por no producir, esa es otra injusticia.
Buen día, este de San Isidro, para acabar con esta salvajada.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com