Sr. Director:
A lo largo de estos dos meses de confinamiento en casa, excepto para aquellos considerados profesiones de actividades esenciales, se ha demostrado que la gente se ha comportado cívicamente y con ganas de colaborar para evitar males mayores.
Pero se ha echado en falta un verdadero gabinete de crisis -con profesionales de primera línea- desde el primer momento. Gabinete de crisis diferente del Gobierno, que no tiene por qué saber de todo, especialmente de la enorme y compleja cuestión que se nos echaba encima.
El Gobierno y sus ministros nada saben de pandemias y de sus consecuencias, y no tomarlas en serio o tomar decisiones equivocadas ha llevado a resultados gravísimos. El Gobierno y sus ministros podrían haber tenido un papel moderador considerando los datos que les llegaban de Europa y de otros países, y por tanto haber colaborado con ese gabinete de crisis que nunca se formó. Todo ello me resultó extraño.
Ese supuesto gabinete todavía podría formarse. Debería estar formado por especialistas en medicina preventiva, microbiólogos y virólogos, grandes profesionales de la logística y movimiento de mercancías, empresas farmacéuticas, y las correspondientes federaciones de alimentación y bebidas, Economistas de gran trayectoria, etc., independientemente de su filiación política. Todos ellos saben comprar y vender, saben mover productos y no se les engaña fácilmente, algo que les ha ocurrido al Gobierno y sus asesores a lo largo de estos meses. Ellos se habrían enfrentado a esta Pandemia de un modo muy distinto y habrían hecho caso a las recomendaciones de la sanidad europea y de la OMS tempranamente. Si no se ha formado ha sido -probablemente- debido a que al gobierno actual no le interesaba por otros motivos.