Sr. Director:
Someter algunos casos de abuso a los códigos de espectacularización de los medios y agitar sólo aquellos que son de la Iglesia con evidente intencionalidad ideológica, no es un camino para combatir esta lacra, la de los abusos y agresiones sexuales. La Iglesia, como ha mostrado intensamente en el Sínodo sobre los Jóvenes que ha tenido lugar durante el pasado mes de octubre, continúa poniendo todo su empeño para adoptar medidas de prevención cada vez más rigurosas, para reaccionar con decisión ante los casos y, sobre todo, para acompañar a las víctimas, que merecen mucho más que ver sus vidas colocadas en el escaparate.