Sr. Director:
En estos días hay que aplaudir porque la gente -incluso la de los botellones de verdad- se está maliciando que el papel de Sánchez en Bruselas se pareció demasiado al de González Laya en eso de la cuarentena de los británicos, o sea, más bien ridículo.
Además hay que aplaudir porque los españoles -salvo los que entrevista Tezanos- no están por las ovaciones y están más bien cabreados y como en el botellón de las Cortes las mascarillas ocultaban sonrisas, malas caras y hasta bostezos, eran las manos las que lo decían todo. Y si no hubiera sido por las indicaciones del comité de expertos (ese que nunca existió) y que simplemente con mencionarlo enternecía a “Monterochiqui”, se hubieran abalanzado unos sobre otros como los futbolistas que ascienden de categoría y provocan los saraos y los botellones que tan desasosegado tienen a Sánchez mientras se lava las manos en las jofainas de las autonomías.