Sr. Director:
Nunca la Santa Sede se había pronunciado con tanto detalle sobre cuestiones económicas como con el nuevo documento presentado en el Vaticano. Los desmanes de los últimos años justificaban la necesidad de un pronunciamiento sobre prácticas especulativas en los mercados que ponen en peligro “la estabilidad económica de millones de familias” e incluso llegan a tumbar gobiernos.
Junto al organismo encargado de la Justicia Social, firma el documento la Congregación para la Doctrina de la Fe. Se lanza así el mensaje de que la Doctrina Social es parte integral de la fe católica, no un añadido opcional. Y de paso se resalta que la economía no puede operar al margen de la ética, frente a quienes piensan que debe regirse según sus propias normas, con el único criterio de la maximización de beneficios.
Esto no significa de ningún modo poner en cuestión el libre mercado, pero sí constatar que son necesarias normas que pongan coto a prácticas abusivas que generan indefensión en el consumidor y terminan erosionando las bases de la economía.