Sr. Director:
¿Cómo es posible que haya tanta organización para cuidar la naturaleza, para cuidar el planeta y a los animales, y a nadie se le ocurra que hay que dar una batalla frontal a la industria pornográfica para cuidar de las personas? A veces me pregunto ¿Cuál es el problema? Pues que prácticamente todos los medios de comunicación están sacando algún beneficio, no pequeño, de propuestas de este estilo. Y no es que sea difícil perseguirles, están ahí, a la vista de todos. Si hubiera una prohibición drástica se sabría perfectamente contra quien ir.
Si al menos se dieran cuenta los padres de que ellos son los primeros culpables, de que con el acceso a la pornografía, están destrozando a sus hijos, sería un primer paso. Pero tienen una presión social que los lleva a que el chico tenga los mismos medios técnicos que sus amigos. Ante todo, cuidemos las apariencias.