Sr. Director:
Los mejores diálogos son los presenciales y simétricos, es decir, los que se hacen frente a frente y desde la igualdad. El tiempo se reparte. El que habla, nota cuando debe callar. "Una mirada, un gesto con la mano". En estas interacciones, el lenguaje corporal de los interlocutores cuenta mucho. Los diálogos cara a cara, son más enriquecedores, pues, normalmente no se convierten en monólogos. Contienen pausas, cambios de sentido, preguntas, aclaraciones. De los telefónicos no podemos decir lo mismo: Sin contexto, sin los mensajes corporales, el más prudente acaba escuchando un rollo, sin atreverse a interrumpir.
De las reuniones podemos decir aproximadamente lo mismo. En las presenciales, es posible la deliberación, el debate. En las telemáticas, es decir, en las videoconferencias, por diferentes motivos esto no es posible. A menudo las videoconferencias se convierten en simples sesiones informativas ..
Este virus, ha dificultado lo que la democracia exige: La deliberación, que debería preceder toda decisión.