Sr. Director:
Desde el pasado miércoles se suceden en Nicaragua las protestas por la reforma del sistema de pensiones, que han provocado ya más de 20 muertos, aunque el Gobierno se niega a reconocer la dimensión del daño producido.
No son protestas al uso por una modificación de la política social. Los que se manifiestan lo hacen en realidad frente al régimen sandinista que se ha convertido en una dictadura que recurre a grupos de civiles violentos para ejercer la represión.
La presidencia de Daniel Ortega, ya desde hace años, no respeta derechos y libertades. Tras las últimas elecciones, celebradas con evidentes fraudes y sin observadores, la libertad de expresión se ha reducido considerablemente.
Se ha llegado a una situación insostenible.