Sr. Director:
Dicen que el doctor Pedro el Breve tiene movilizado a todo el servicio jurídico del Gobierno de la Nación, ese que pagamos los españoles, y hasta el de su partido político; este último no me preocupa, allá los militantes. Y lo tiene movilizado para diseñar la estratagema con la que vengarse de quienes le han quitado la careta y sacado a la luz pública sus falsedades. Es decir, yo con mis impuestos estoy subvencionando las tropelías y falsedades particulares del inepto presidente del gobierno.
La inutilidad intelectual de este señor, además de demostrarlo con el bodrio de su tesis, se observa con gran claridad por sus gestiones de gobierno en los 100 días al frente del ejecutivo; ya nadie, ni sus propios compañeros de partido, lo dudan. Por muy buenos asesores que tenga, él va luego y lo estropea.
Pero además, y eso es lo peor, este hombre tan lleno de odio, busca desestabilizar las decisiones que tuvimos los españoles cuando pactamos olvidar el pasado con el fin de establecer una convivencia entre todos; para lograrlo decide ilegalmente desenterrar a Franco, cuando ya nadie se acordaba de él. Otra dimensión de ese odio es el que tiene a los católicos y a su Iglesia, pues pretende apoderarse de nuestras propiedades sin justificación alguna, encubriendo esa fechoría con no sé qué de inmatriculación o términos similares para disimular lo que es una apropiación indebida.