Donald Trump lo ha vuelto a hacer. Cada vez que se coloca ante un micrófono deja alguna declaración para la posteridad. Esta vez, la lucha contra el cambio climático y las energías renovables han centrado parte de su discurso.

El presidente de EE.UU. afirmó durante un mitin en Pensilvania y, en tono burlesco, que de haber ganado la «corrupta Hillary Clinton», el paisaje ciudadano estaría lleno de «molinos de viento por todas partes».

Trump ha pronunciado estas palabras en uno de los estados más partidarios de sus políticas y donde la empresas siderúrgicas son los grandes emisores de gases contaminantes. Frente a una audiencia entregada, ha puesto en duda el cambio climático ridiculizando las energías renovables y, en concreto a los aerogeneradores eólicos.

También ha simulado una conversación con su mujer en la que le decía: «Cariño, quiero ver la televisión y no hay maldito viento, ¿qué puedo hacer?». Con una fuerte carcajada y con sarcasmo, Trump ha asegurado que «no habrá más viento ni más vida y que el nivel del océano se disparará en los próximos doscientos cincuenta años… ¡¡¡Vamos a ser aniquilados!!».