En su afán por convertirse en el terror del nacionalismo vasco, ZP se olvida de la división de poderes. La impotencia del Gobierno ante la crisis económica en la "legalitis". Cunde la sensación de que los socialistas saben gestionar la abundancia pero no la carestía. El PP opta por el esquema liberal de combatir la crisis reduciendo impuestos; el PSOE se aferra al superávit público Rodríguez Zapatero llegó al poder por casualidad, la trágica casualidad de 192 asesinados. Su primera idea para mantenerse en el poder tras esa carambola consistió en pasar a la historia como el presidente del Gobierno que terminó con el terrorismo, como el pacificador de Euskadi. Ya sabemos cómo acabó la aventura. Por tanto, durante los últimos meses de la pasada legislatura todo el aparato del PSOE se volcó en la misma idea: ser aún más duro que el PP en la lucha contra ETA. Por eso, sólo el macabro asesinato de Isaías Carrasco, dos días antes de las elecciones del 9 de marzo, consiguió borrar la imagen pactista de ZP con ETA.
En esta segunda legislatura, el Gobierno ha puesto tanto empeno en mantener una postura tan dura con el nacionalismo vasco que, el mismo viernes 27 en el que el Parlamento de Vitoria aprobaba el plan Ibarretxe ZP se olvidaba de la división de poderes y advertía que el Tribunal Constitucional anularía la consulta del lehendakari.
En una Espana donde ha resurgido el patriotismo gracias a la Eurocopa, el Gobierno ZP cree, como creía Aznar, que la única forma de derrotar al terrorismo es vencerle. Al mismo tiempo, y como pretende Rajoy, ZP suena con introducir al otro nacionalismo, la "tratable", en el Gobierno de Espana.
Al mismo tiempo ,a lo que ahora mas temen los estrategas del PSOE es que ZP exhiba su impotencia para afrontar la crisis económica. A pesar de ciertas curiosas encuestas cunde la idea de que el PSOE sabe gestionar la abundancia pero no la carestía.
Desesperados, al Gobierno le ha dado por la legalitis, precisamente lo que tanto criticaba del PP el actual gobernador del Banco de Espana, Miguel Ángel Fernández Ordónez (MAFO) cuando era secretario de Estado de Hacienda. La vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega repite que ya han promulgado 42 medidas contra la crisis, y el número aumenta cada día. Ningún cambio, para los socialistas, lo único importante es salvar el superávit fiscal, aunque la gente no llegue a fin de mes.
Mientras tanto, el PP ha optado por la solución liberal a la crisis: reducir los impuestos para aumentar el consumo y por él inversión. Es discutible, desde luego, pero es algo. Lo del Gobierno ZP ante la crisis económica es pura impotencia.
En esta segunda legislatura, el Gobierno ha puesto tanto empeno en mantener una postura tan dura con el nacionalismo vasco que, el mismo viernes 27 en el que el Parlamento de Vitoria aprobaba el plan Ibarretxe ZP se olvidaba de la división de poderes y advertía que el Tribunal Constitucional anularía la consulta del lehendakari.
En una Espana donde ha resurgido el patriotismo gracias a la Eurocopa, el Gobierno ZP cree, como creía Aznar, que la única forma de derrotar al terrorismo es vencerle. Al mismo tiempo, y como pretende Rajoy, ZP suena con introducir al otro nacionalismo, la "tratable", en el Gobierno de Espana.
Al mismo tiempo ,a lo que ahora mas temen los estrategas del PSOE es que ZP exhiba su impotencia para afrontar la crisis económica. A pesar de ciertas curiosas encuestas cunde la idea de que el PSOE sabe gestionar la abundancia pero no la carestía.
Desesperados, al Gobierno le ha dado por la legalitis, precisamente lo que tanto criticaba del PP el actual gobernador del Banco de Espana, Miguel Ángel Fernández Ordónez (MAFO) cuando era secretario de Estado de Hacienda. La vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega repite que ya han promulgado 42 medidas contra la crisis, y el número aumenta cada día. Ningún cambio, para los socialistas, lo único importante es salvar el superávit fiscal, aunque la gente no llegue a fin de mes.
Mientras tanto, el PP ha optado por la solución liberal a la crisis: reducir los impuestos para aumentar el consumo y por él inversión. Es discutible, desde luego, pero es algo. Lo del Gobierno ZP ante la crisis económica es pura impotencia.