Zapatero trata de sortear la rebaja de sesgo de Standard & Poors. En la presentación del informe económico afirma que la consolidación fiscal no es algo aconsejable ni muy aconsejable; es una necesidad. Una necesidad tan clave que si es necesario desplazará a otros objetivos de política económica. Y para tratar de dar credibilidad a su mensaje, garantiza la exigencia en el día a día de todas nuestras administraciones públicas, empezando por la que dirige el Gobierno de la Nación. Obviamente, Zapatero no tiene competencias para configurar el presupuesto de las CCAA. Pero sí tiene un instrumento poderoso: el aval de la deuda.
El próximo año, las CCAA pretenden duplicar sus emisiones de deuda. En todos los casos se hace con aval del Estado. ¿Qué pasaría si el Estado se plantara y se negara a realizar ese aval? No se atreverá. De hecho, recientemente Ocaña culpaba a las CCAA de que el conjunto de las administraciones públicas vaya a superar el 9,5% de endeudamiento previsto.
Por lo demás, Zapatero saca pecho porque las emisiones de deuda del tesoro no han tenido ninguna dificultad económica. El ratio de cobertura de las subastas de emisión de deuda está alrededor del 200% por encima del año pasado. Pero es que además, subraya el presidente, a pesar del importante esfuerzo fiscal, en el 2010 presentaremos un ratio de deuda/PIB casi 20 puntos inferior a la media europea. Esta es la clave: el margen de deuda/PIB que para Solbes había sido una obsesión. Zapatero añade: Dos de las tres agencias de rating han confirmado la máxima calificación para nuestra deuda. Eso sí, de momento, porque S&P ya advierte de un cambio de sesgo. Por eso el guiño del recorte del 4% del gasto respecto al 2009. ¿Respecto a lo gastado en el 2009? No respecto a lo presupuestado en el 2009. Un papel tan mojado que el PP lo ha denunciado ante el Tribunal Constitucional.
Por cierto que Zapatero mantuvo una larga charla con Ocaña tras finalizar el acto. Larga y animada charla. Mientras tanto, Campa parecía ajeno a todo el sarao y Vegara apareció con una gran sonrisa, como liberado del peso de gestionar la crisis.
Por lo demás, Zapatero ha tratado de vender que la recuperación es inminente, pero vendrá con otro modelo de crecimiento. Al ladrillo le deberán sustituir otros sectores de actividad económica. Es lo que Zapatero califica como crecer de otro modo ¿Cuáles sectores? Comunicación, biotecnología, nuevos servicios socio-sanitarios, las nuevas energías, lucha contra el cambio climático y servicios a las empresas. Todo dependerá del fundamental impulso del Gobierno, decía su discurso, aunque el fundamental terminó cayendo. ¿Será que el presidente empieza a convencerse de que lo fundamental es la confianza y la inversión privada? Ojalá..