Zapatero no quiere más broncas entre sus ministros. Tanto es así, que está presionando a su mano derecha, el responsable de Trabajo, Jesús Caldera, para que acepte las exigencias del vicepresidente económico, Pedro Solbes, en materia de salario mínimo. En concreto, la supresión de la actualización del salario mínimo según el IPC. Caldera se negaba a ceder porque eso supondría su primera derrota política frente a Solbes , que continúa amenazando con dimitir si no es él quien marca la política económica.
Pero es que el asunto no acaba ahí. Lo más grave es que Zapatero le ha pedido a Caldera que tranquilice a los sindicatos. La UGT de Cándido Méndez acepta no armar demasiada bronca con el asunto del salario mínimo, pero Comisiones Obreras y José María Fidalgo no se consideran el sindicato del PSOE.