El PSOE se encuentra en caída libre. Nunca le había ido tan mal. Según algunas encuestas, la diferencia del PP en intención electoral se encuentra ya en los dos dígitos. Y no son encuestas sospechosas: son las realizadas por Demoscopia para El País. Es verdad que el diario de PRISA tiene cierta inquina a Zapatero. Pero también es verdad que no tiene candidato alternativo.
Así las cosas, Zapatero se hace el responsable y asume el golpe demoscópico. Dice que él trabaja por el futuro del país y no por su futuro personal. Bla, bla, bla. Lo peor para Zapatero es que sus propios barones se empiezan a rebelar. ¿Qué pasaría si finalmente el real decreto ley no es convalidado o varios de sus diputados optan por no acudir el día de la votación? Los apoyos parlamentarios empiezan a debilitarse y la cohesión del grupo parlamentarios es hoy una asignatura más pendiente que nunca.