El pasado 28 de agosto, Zapatero comparecía en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para anunciar una subida temporal y moderada de los impuestos. Afirmaba que estábamos 7 puntos por debajo de la media europea, por debajo de nuestra propia media y que además, teníamos margen de deuda para hacerlo. Le preguntaron si esa subida de impuestos moderada podría ser de 2 puntos para converger con la UE y respondió lacónicamente que no era necesario.
No era necesario porque la subida anunciada este miércoles es del 1,5% del PIB. Son 15.000 millones de euros; 2,5 billones de pesetas, mucho dinero, señalaba Rajoy. Zapatero señala que la subida seguirá criterios de eficiencia y equidad. ¿Y eso qué significa? Todavía no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que los impuestos subirán en 15.000 millones. ¿Y de dónde saldrá ese dinero? Zapatero dice que no concretará hasta el debate de los PGE.
Pero el Gobierno ya se ha comprometido a no subir los tramos del IRPF, ni dar marcha atrás a la supresión del impuesto de Patrimonio ni a subir Sociedades ni a elevar el IVA. ¿Qué queda? La marcha atrás en la paga de los 400 euros, que permitirá contar con 4.500 millones adicionales. ¿Y el resto? Tendrá que salir de las rentas de capital. Pero conviene recordar que el año pasado tributaron por 8.000 millones de euros. Así que se trataría de más que duplicar. Y eso significa emigrar, porque como recuerda Durán, los ricos europeos viajan de un país a otro buscando el sistema fiscal más benigno.