El PSOE se queda sin alternativa después del asesinato político de Zapatero a Bono. El PP tacha su actitud de cobarde: El presidente no utiliza su derecho de réplica. Zapatero se salva del abismo por la mínima. Durán ya le ha dicho que no cuente con él. Zapatero cada día se parece más a un zombie. Y el PP no aprovecha la situación para presentar su alternativa

No faltó nadie a la sesión plenaria de este jueves en la que se votaba el Zapaterazo, acudió incluso un diputado del PP que está gravemente enfermo. Gran tensión cuando Bono anunció el cierre de las puertas del Hemiciclo. ¿Habría quedado alguno fuera? Afortunadamente no hubo que repetir la escenita de Sánchez Llibre, expulsado hace un mes de la Cámara por llegar tarde.

Zapatero estaba en el abismo. Sabía que en caso de no pasar este examen, estaba suspendido para siempre. Al final, ha aprobado por la mínima. Pero ha aprobado. Eso sí, no ha tenido el coraje suficiente para defender sus medidas El reglamento le permitía defender su postura tras el voto negativo del PP. No lo ha utilizado. El reglamento le permitía intervenir en cualquier momento. Todos interpretamos que lo haría al final para contestar a todos los grupos. Porque no ha recibido ningún apoyo. Sus socios tradicionales de la izquierda, ERC, BNGa, NaBai, IU le han votado en contra. También PP y UPyD. En definitiva, no ha habido sorpresas: 169 votos a favor, 168 en contra y 13 abstenciones. Y las abstenciones de CiU, UPN y CC han sido extraordinariamente críticas. Ni una sola respuesta. El presidente no da la cara. Ha tenido una actitud cobarde, no ha salido a defender sus propuestas, censura Soraya Sáenz de Santamaría. Sin embargo, el PP, lejos de apretar el acelerador, mantiene su estrategia de dejar caer al Gobierno por su propio peso.

Cobarde o no, pasó el examen. ZP salió del Hemiciclo con evidente cara de satisfacción y con agradecimiento expreso a quienes este jueves le ofrecieron oxígeno con su abstención. Pero ahora tiene otros. En julio debe pasar el desgaste del debate sobre el Estado de la Nación. Y en julio también debe enfrentarse al vencimiento de 230.000 millones de euros de deuda. Y como los mercados se pongan feos, no logra refinanciar. Al menos no a precios razonables. Esto es pura política, lo que pasa es que sale un poco cara, dicen desde el PP.

La última es la aprobación de presupuestos. Es verdad que siempre ha salvado el trámite comprando los votos. Con la tajada. Pero esta vez la cosa está más difícil. No le dejan chequera desde fuera. Y CiU ya advierte que no le piensa apoyar. Así que puede que sus días estén contados.

En todas las formaciones parlamentarias el clamor por la dimisión es ya total. Lo había pedido el PP, por supuesto, pero también Rosa Díez y este jueves también Durán. Pero también fuera del Parlamento: lo piden los médicos que esta mañana se acercaron a las puertas del Parlamento, lo pide más de un medio de comunicación, lo pide la comunidad internacional y desde dentro del partido Felipe maniobra para provocar la salida del leonés, mientras Griñán no tiene más remedio que morir matando: "Que Zapatero sea malo, no hace a los del PP buenos". Es momento de buscar un recambio, aunque Bono, que habría sido el más lógico, ha sido asesinado políticamente por el propio Zapatero. El presidente es un killer, además de un irresponsable.

Él, de momento, juega a aguantar. Aunque esté zombie, como muerto viviente, como pollo sin cabeza, como boxeador noqueado. Muchos rumores apuntan a una crisis de Gobierno tras la presidencia europea. Incluso hay quien habla de elecciones anticipadas para dejarle el muerto al PP, que meterá una tijera que no se olvidará en generaciones. Lo que es seguro es que las relaciones entre el PSOE y CiU, a pesar de todo, no se han roto. Este miércoles Sánchez Llibre y Zapatero departieron en privado durante una hora. Este jueves se ha repetido la escena. ¿Elecciones generales tras las elecciones catalanas? Tal parece.

Andrés Velázquez

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