Cobrar mucho es demasiado si está injustificado. La retención de líquidos que ostentan algunas cuentas in corrientes influye notoriamente en la salud del deficitario bote colectivo.
Que un jefe cobre menos que veinte prolongaciones de su estrategia no es más que un dato que adorna a la estadística cuántica. El jefe siempre sale ganando, su beneficio siempre es presunto y no presupuestado. El patrocinio autónomo se regula automáticamente a merced de la circunstancia y ofende a quienes miran el resultado sin ver el trabajo. Quizás no sea justo desmerecer el esfuerzo sin resultado pero en puestos de mando y orden el fin es la vara que mece y mide.
Ajuste de cuentas a quienes en lugar de apretarse el cinturón colocan tirantes holgados a sus vestimentas. El sueldo recortado con la espada de Damocles al personal que se ocupa del municipio en funciones, servirá para proveer a proveedores en espera de sus minutas honorarias que en parte quedaron retrasadas por horas extraordinariamente pagadas.
Encima el IVA ya sobrevuela el territorio irrepeafeado aunque la conciencia sólo encaje y pague el presente P.V.P. El descuento de estas próximas rebajas surfeará la ola del gravamen impuesto en julio y la paga extra de verano se evaporará con recortes a punta de pistola a punta palo. Las rebajas, la paga extra y el verano aliviarán el temporal estival que además quedará oxigenado por el spray de la invasión de inmigrantes de quincenas que inyectarán suero psicológico mientras dure lo que dura.
Más desnudos que nunca pasaremos este verano, el frío llegará en septiembre hasta congelar el país. IVA que viene ¡vamos, que nos llevan!
Oscar Molero Espinosa