Pedro Sánchez, durante su intervención en la Asamblea Anual del Instituto de la Empresa Familiar / Foto: Pablo Moreno
Había cierta expectación porque la última aparición de Pedro Sánchez ante los miembros del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) data de 2018 y fue para afearles su escasa contribución, según él, al impuesto de sociedades. Este miércoles ha sido todo lo contrario, con constantes palabras de agradecimiento por la contribución de las empresas familiares al crecimiento económico y a las mejores cifras de paro de la historia, gracias también a su gobierno, naturalmente.
Ni siquiera hizo mención al fango, ni al PP, ni a la extrema derecha y/o derecha extrema. Nada de nada. Eso sí, aprovechó para lanzar uno de sus sofismas: según la OCDE, en 2023, los hogares españoles recuperaron el nivel de renta de 2007 -atención-, lo que demuestra lo mal que lo hizo Europa con la crisis financiera.
Para empezar, quien gestionó la crisis financiera fue su amigo Zapatero, que llevó a España hasta el mismo borde del rescate. Pero, en cualquier caso, el hecho de que España no haya recuperado el nivel de renta hasta 2023, algo tendrán que ver los siete años que lleva Sánchez en Moncloa… y no vale utilizar el comodín de la pandemia porque la economía de los países de nuestro entorno ni cayeron tanto ni se recuperaron tan tarde.
Volviendo al IEF, Sánchez sí aprovechó para, después de decirles lo bien que lo están haciendo y lo guapos que son todos (y todas), instarles a utilizar los buenos resultados empresariales para subir los salarios. “Me gustaría pediros vuestra implicación para sostener el modelo (…). En pocas palabras, pediros que nos ayudéis a mejorar la vida de la gente, que aprovechéis la bonanza actual para invertir en vuestro futuro como empresas y en el nuestro como país”, afirmó. “Tenemos que usar los beneficios actuales para invertir en la competitividad futura. Este gobierno sabrá reconocer el esfuerzo y os ayudará en lo que podamos”, señaló.
Antes de Sánchez, el nuevo presidente del IEF, Ignacio Rivera, presidente de Hijos de Rivera (Estrella Galicia), concluyó su amable y reconciliadora intervención con varias peticiones: “Necesitamos un clima sosegado, una democracia de calidad en la que quepamos todos y nos garantice el marco de convivencia que tanto nos ha costado alcanzar y construir”, afirmó.
Sánchez no se dio por aludido… naturalmente.