Sr. Director:
La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL) y el Comité Nacional Lechero, celebró el miércoles, día 23 de junio, la 52 Edición del Día Internacional Lácteo, una conmemoración que nació con el objeto de promover las bondades de la leche y los productos lácteos, comunicando a la sociedad lo recomendable de su consumo.

 

En una jornada celebrada con este motivo se desmontó los seis principales mitos que circulan sobre los efectos negativos de la leche:

Salud cardiovascular: No existe ninguna evidencia de que la leche incremente el colesterol o el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Lo que sí existe es multitud de evidencia epidemiológica de que protege frente a estas enfermedades. Desde un punto de vista cardiovascular, hay que proteger el consumo de leche.

Peso corporal: Los estudios clínicos y epidemiológicos han demostrado que el consumo de leche no solo no engorda sino que ayuda a controlar el peso corporal, principalmente por dos causas, por el efecto saciante de los péptidos bioactivos de la leche, y porque el calcio disminuye la digestibilidad de la grasa.

Diabetes: El consumo de leche disminuye el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Los estudios llevados a cabo demuestran que, cuanto mayor es el consumo de la leche, menor índice glicémico.

Cáncer: Los estudios demuestran que a mayor consumo de lácteos, menor riesgo de padecer cáncer. Esto se debe, entre otros factores, al efecto chemoprotector del calcio, a la presencia de vitamina D, y al efecto de los ácidos grasos insaturados.

Mucosidad y asma: No se ha demostrado ninguna relación causa-efecto entre el consumo de leche y el incremento de la secreción de mucosa. En cualquier caso, es un efecto a corto plazo, transitorio y no relacionado con la leche en sí misma. Tampoco hay ninguna relación de causa-efecto entre el consumo de leche o derivados y el desarrollo del asma.

Por todo lo anterior podemos decir: Sí a la leche.

Xus D Madrid