El ministro de Industria presume de que España estará en la pool position en la fabricación de coches eléctricos. Serían híbridos con energía renovable, pero que solventase la dificultad sistémica de la incapacidad de almacenar. El plan Vive se flexibilizará permitiendo que la financiación no sea del 100%. Sebastián pide los 100 días para evaluar el plan. Sebastián muestra su confianza en el sector del automóvil
El futuro pasa por el coche eléctrico. Al menos así lo considera el ministro de Industria, Miguel Sebastián. Será nuestra apuesta como país, señalaba en la mañana de este martes. En primer lugar para rentabilizar las infraestructuras para el transporte privado. Es decir, las carreteras. En segundo lugar, para aliviar nuestra dependencia energética. Pero además, por la apuesta española por las energías renovables. El vehículo eléctrico serviría para resolver la inestabilidad sistémica de las renovables al permitir almacenar la energía producida. Así que el objetivo de Sebastián es ser los primeros, estar en la pool position. Recuerda que en estas carreras, ser el primero es dar dos veces. Quizás olvida que a los pioneros se los comieron los indios.
En todo caso, nadie le va a quitar la ilusión de ser el más listo de la clase. Así que según señalan a Hispanidad fuentes de Industria, SEAT fabricará el primer vehículo eléctrico de Sebastián. Y pronto. De momento ya hay betas funcionando. El objetivo ahora es que España sea como Brasil, demos la campanada y ahorremos una pasta en nuestra factura energética. Ojalá.
Por lo demás, Sebastián reiteró su confianza en el sector industrial español debido a su competitividad y al diálogo social. Ambas palancas son las que le permiten asegurar que el sector tiene un enorme futuro. Y es que el diálogo social ha permitido pactar EREs parciales, bolsas de horas, etc. Lo que sea para amoldar la plantilla a la producción. Todo menos los despidos.
Con todo, el futuro del sector depende en un 85% de lo que pase en Europa. El ministro señala que el Gobierno puede tratar de incentivar la demanda interna mediante el plan Vive. Pero no podemos hacer un plan Vive para Francia.
Y por cierto. Hablando de Vive. ¿En qué puede consistir la adaptación del plan? Sebastián insiste en pedir los 100 días de gracia e insiste en recordar que el Prever tuvo cero operaciones durante los seis primeros meses de vida. Pero ya anuncia que serán flexibles para que el plan sea útil y eficaz. Lo único en lo que no se será flexible es en el presupuesto: 1.200 millones de euros a tres años: 200 en el 2008, 500 en el 2009 y otros 500 en el 2010. Si los 200 de este año no se consumen -como parece- se acumularían para ejercicios ulteriores.
Habrá que esperar a que el próximo 10 de noviembre se cumplan los 100 días. Será entonces cuando se abra la reflexión y se plantee la posibilidad de una reforma. ¿Cómo? Lo más probable es que no se obligue a los usuarios a que tengan que financiar el 100% del plan. Tampoco el o, matiza Sebastián. O sea, se salva la filosofía del plan de financiar las cuotas de financiación, pero se permitiría una financiación del 10 o 20%, por ejemplo. De esta manera se salva el principal escollo actual: las entidades financieras no dan préstamo. Así que ese será el cambio a corto plazo. A medio plazo: el vehículo eléctrico que nos dejará en la pool position.