Los dos errores del Gobierno Rajoy; confunde gobernar con gestionar y que sólo se ha preocupado de reducir el déficit, no de subir los salarios bajos.
En los círculos de iniciados –es decir, la macedonia que forman en Madrid la casta política y la casta periodística- ya tiene una nueva historia. Mejor leyenda: Mariano Rajoy será hombre de una legislatura… si llega a terminarla.
Y algo de cierto hay en ello. El Gobierno Español anda grogi. Nada le sale bien. Viven en esa sensación de ser unos incomprendidos, constantemente atacados por una especulación financiera que se ha cebado con España y por una Europa insolidaria que ha renunciado a sus principios fundacionales, que no era otro que la solidaridad cristiana. Y cuando fallan las raíces el árbol se seca. La crisis surgió en 2007 por mor de la especulación financiera norteamericana. Hemos tratado de solventar sus efectos apretándonos el cinturón, con ajustes duros, achicando el terreno del especulador, pero no contábamos con el especulador es insaciable.
Dicho de otra forma, los ajustes del Gobierno Rajoy eran necesarios pero no han servido para saciar la codicia de los mercados, por la sencilla razón de que la codicia del rentista nunca tiene límites.
En resumen, dos han sido los defectos del Ejecutivo Rajoy: el primero, confundir gobernar con gestionar. Los males de España no son sólo económicos. El mal de España es, en primer lugar, su descristianización, España o es cristiana o acaba en guerra civil permanente. A Rajoy, al parecer, el sobran todos los ministerios que no sean económicos, lo cual no es garantía ni de una sana economía.
En segundo lugar, ya en política económica, Rajoy anda obsesionado con el déficit: palo va y palo viene. Y los españoles están dispuestos a sacrificarse porque saben que debemos mucho. Pero no cuando todo lo ahorrado en ajustes se lo lleva el especulador financiera, el rentista. Rajoy está obligado a mejorar las rentas a cambios de menos prestaciones públicas. Si subiera el salario mínimo interprofesional a 1.000 euros mensuales el español aceptaría menos servicios públicos. Está haciendo la política de Margaret Thatcher sin los beneficios del thatcherismo.
O Rajoy sube el SMI, reduce los impuestos laborales –cuotas por IVA- y crea el salario maternal (porque la baja natalidad está exterminando a la población española y hasta el orgullo mismo de ser español) o, en efecto, no durará más de una legislatura… si acaso.
En plata: no hay quien aguante a un presidente agorero más allá de un año. Cuando Churchill pedía sangre sudor y lágrimas era sólo para prometer un futuro mejor.