- Tras el adiós de Alfredo Sáenz ahora toca el relevo en la Presidencia del Santander.
- El presidente del Gobierno nunca se ha entendido con Botín.
- Encima, los fondos accionistas del Santander se niegan a aceptar como sucesora a Ana Patricia Botín.
- Además, el relevo ya estaría listo: Juan María Nin, actual Ceo de Caixabank, y el ministro de Economía, Luis de Guindos, ajustarán cuentas con Francisco González.
- En su obsesión por fulminar a Rato, el presidente del BBVA desautorizó a De Guindos en el caso Bankia.
- Terreno abonado: Rajoy repite que no le debe nada a nadie. Y los banqueros se cabrean porque no los recibe.
¿Cuánto tiempo le queda a Emilio Botín (en la imagen junto a Francisco González) como presidente del Santander, considerando que el próximo 1 de octubre contará con 79 abriles Además, tuvo que ceder en el empeño del Banco de España de que cesara a Alfredo Sáenz y como ya advirtiéramos en estas pantallas, la salida de su Ceo preludia su propia salida.
En cualquier caso, Emilio Botín nunca se ha entendió con Mariano Rajoy, con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría sí, pero no con el presidente, que todavía recuerda el buen trato del cántabro con Zapatero y con su política económica frente a la frialdad de la política económica de Rajoy (hay que reconocer que el PP siempre ha sido mucho más duro con los banqueros que el PSOE).
Y lo más importante: los fondos de inversión, principales accionistas del Santander, se niegan a admitir una dinastía Botín: en otras palabras, se niegan a que Ana Patricia sustituya a su padre en la Presidencia. Por eso mismo ha empezado a sonar el nombre del actual Ceo de Caixabank, Juan María Nin, para la Presidencia del Santander, que no para la consejería delegada.
El caso de Francisco González, presidente del BBVA, es distinto. FG es signo libra, al igual que Botín, pero nació 10 años después. El 19 de octubre cumplirá 69 años de edad y se ha preocupado de que ninguno de sus asesores tenga el protagonismo necesario para sucederle. El problema de FG es otro: el Gobierno está hasta el gorro de que no deje de poner pegas a la reconversión bancaria. Rajoy ya no le quiere como antes y además el titular de Economía, Luis de Guindos, tiene abierta una lista de agravios contra el presidente del BBVA. El último tiene que ver con la obsesión de FG por fulminar a Rodrigo Rato. En el caso gürtel (la vista celebrada la pasada semana), FG contradijo al ministro. Si para éste, la famosa reunión de la que saldría la nacionalización de Bankia, celebrada con los cuatro grandes banqueros del momento, se trataba de analizar la situación del sector, FG le dio al juez que se había pedido directamente el cese de Rodrigo Rato y la nacionalización del grupo financiero. Ahora mismo el juez Ruz está pensando que uno de los dos miente.
Lo que está claro es que si Luis de Guindos pudiera cesar por decreto a Botín y a FG, lo haría hoy mismo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com