El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, Juan Quintás, no se atrevió a contradecir al gobernador del Banco de España, Jaime Caruana quien había hablado 24 horas antes en el Foro de ABC dedicado al sistema financiero. Caruana, en su papel eterno, recordaba que al regulador no le gusta que las cajas de ahorros posean industrias, a pesar de que nadie ha demostrado que se trate de un mal negocio, especialmente en época de tipos bajos. Simplemente, el Gobernador considera que el sistema anglosajón de separación radical entre bancos y empresas es el mejor.
Pues bien, al menos retóricamente, en la mañana del jueves, Quintás se colocó en la misma línea: se apresuró a vaticinar que las participaciones industriales de las cajas de ahorros van a reducirse durante los próximos cinco años. Y todo eso a pesar de que las cajas de ahorros siguen comprando empresas, de que el principal grupo industrial de España es La Caixa y el segundo puede serlo en muy breve plazo Caja Madrid.
Por contra, son muchos los que creen que la presencia de las cajas de ahorros es la única forma de mantener en manos españolas (es decir, las decisiones de inversión y de creación de puestos de trabajo) empresas estratégicas.
En cualquier caso, las cajas no parecen estar muy de acuerdo con el Banco de España... ni con Quintás.