Todo pasa por el gas, convertido en la fuente de energía más importante. Occidente pretendía asfixiar a Moscú con las sanciones económicas y Rusia ha respondido con otro bloqueo de importaciones que está dañando especialmente la agricultura española.
Putin ha firmado un acuerdo con la China de Xi Jinping, que sólo poseía energía para 20 años: si quiere mantener su ritmo de crecimiento (ahora ha bajado de un crecimiento del 7% a otro del 5%) necesitaba energía, así que Rusia se la otorga, según me comenta el experto Juan Avilés, para otros 30 años más.
Es otro fracaso de Occidente en general y del presidente norteamericano Barack Obama en particular. Por eso, Putin y su homólogo chino, Xi Jinping se convirtieron en la estrella de la cumbre Asia-Pacífico (50% de la población del mundo y 45% del PIB mundial). Y luego, en el G-20 de Brisbane, Putin fue ninguneado por los miembros del G-7 (Obama, Hollande, Merkel, Cameron, Renzi, Abe, etc.). Tanto, que abandonó la Cumbre antes de su conclusión. Ahora bien, ¿qué más da
Fue esa misma reunión en la que Mariano Rajoy se revistió de gloria, cuando le permitieron sentarse en la misma mesa camilla con Obama, Merkel, Cameron y compañía. Y le llenaron de elogios, ciertamente, pero solo porque los rectores -por el momento- del Nuevo Orden Mundial (NOM) que -por el momento- lidera Washington, le aplaudieron sus reformas económicas.
Más nos valdría no romper las relaciones con Moscú. Por nuestros principios y por nuestros intereses. Los de España, digo.
Eulogio López
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