En el tercer fin de semana de diciembre oímos a Rajoy y a Rubalcaba lanzar un mensaje semejante ante la convocatoria del referéndum secesionista por parte de los gobernantes de la Generalitat de Cataluña.
El presidente del Gobierno ha insistido en que el titular de la soberanía es el conjunto del pueblo español y el líder de la oposición ha dicho un no rotundo a una consulta que busca la autodeterminación.
El PSOE, después de haberse dejado seducir por el nacionalismo más independentista en la época de Zapatero, parece volver a sus orígenes en la cuestión territorial: una defensa clara de la unidad de España. De hecho el peso que ha adquirido en el partido de forma rápida la nueva presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se debe en parte a su postura clara en esta cuestión.
Es una buena noticia que frente a la intención de romper con un modelo de convivencia que tiene más de 500 años, los dos partidos mayoritarios defiendan un patriotismo constitucional.
José Morales Martín