Es muy lamentable que existan, pues son representantes de Cristo y todos deberían aspirar a la santidad. Pero el número de sacerdotes pederastas es muy inferior al que aparentan los Medios de Comunicación.
Nos han amontonado los casos de veinte años, y dan una impresión de que los sacerdotes pederastas son muchísimos.
Son muchísimos más los buenos sacerdotes consagrados al bien del prójimo. Como ha dicho Enrique García-Máiquez (Diario de Cádiz del 18-IV-2010, pg. 5) sólo una exigua minoría de sacerdotes han sido pederastas, y sólo una exigua minoría de pederastas han sido sacerdotes. Analizadas las acusaciones de sacerdotes pederastas en los últimos años resulta un caso cada dos meses.
Como en el mundo hay cuatrocientos mil sacerdotes, resulta que es una minoría insignificante. De los casos denunciados en Alemania desde 1995, sólo el 0,004% afectan a la Iglesia (Semanario ALBA del 26-III-2010, pg.1). De los 250.000 pedófilos condenados en Alemania, sólo 94 eran curas (Mons José Gea, Obispo de Mondoñedo-Ferrol en Forum Libertas del 6-X-2010). El periodista italiano Luigi Accattoli se pregunta: Si sólo afecta al 0,04%, ¿por qué tanto ensañamiento? (Religión Confidencial, 15-III-2010).
Se trata de atacar a la Iglesia, y precisamente por muchos que apoyan la libertad sexual de los niños. Con todo es ¡muy lamentable! pues no debía haber ninguno. Pero no es lo que suelen enfatizar los Medios de Comunicación, que dan una impresión fatal del clero. En otros sectores de la sociedad los pederastas son mucho más numerosos.
En concreto el 16 de marzo del 2005, en 20minutos.es, vemos la noticia de la detención de 500 implicados en una red de pederastia. En el estudio histórico que hacen hablan de más de 9,700 implicados en la pederastia de 1997 al 2005.
Según un estudio del John Jay College of Criminal Justice, las condenas por pederastia sacerdotal en EE.UU en los últimos cuarenta años son de una al año, y los sacerdotes en EE.UU. son más de cien mil. En ese mismo período se registran seis mil condenas a profesores de gimnasia y entrenadores deportivos. (Forum Libertas, del 5-IV-20109).
Por otra parte, como ha manifestado Mons. Rubén Salazar, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, (Agencia ACI del 7 de Julio de 2010): se ha comprobado que la mayoría de las acusaciones de abusos sexuales del clero son inventados.
Jorge Enrique Mújica, LC, dice en su blog de Religión en Libertad del 7-I-2011:
El abogado Donald H. Steier quien ha elaborado un importante informe-investigación publicado en The Media Report (hecho público el 2 de enero de 2010), dice que estaría probando que no pocas de las acusaciones contra la Iglesia son falsas: Mi investigación ha aportado elementos objetivos que no podían conciliarse con las declaraciones de presuntas víctimas. En otras palabras: muchos hechos han demostrado que las acusaciones eran falsas.
Recuerdo haber leído en el periódico que un obispo fue acusado de pederasta por un ex-seminarista, cuando el obispo era rector del seminario.
El obispo, inocente, murió de pena por la calumnia; y el acusador, arrepentido, dijo por televisión que todo lo que dijo del obispo era falso, pero que le pagaron para que lo dijera. ¡Estas cosas pasan!
Pero algunos casos son ciertos y la Iglesia quiere acabar con los sacerdotes pederastas.
Antes, con un sentido maternal de la Iglesia, los amonestaba y cambiaba de sitio; no para encubrirlos, sino esperando que se enmendaran.
Pero se ha visto que esto no es solución, porque no se corregían.
Por eso hoy la norma con los sacerdotes pederastas es tolerancia cero: se los expulsa y a la cárcel.
Es muy duro para una madre mandar su hijo a la cárcel; pero parece que es lo necesario para acabar con esta lacra que tanto daño a hecho a la Iglesia.
Jorge Loring