La institución C-Fam está batallando en las Naciones Unidas por los derechos de la familia, habiendo promovido una campaña para mostrar ante la ONU, el próximo 10 de diciembre, 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Una interpelación para que se tengan en cuenta los artículos que se refieren al derecho a la vida, al matrimonio, a constituir una familia y al derecho de los progenitores a educar a sus benjamines.
Los pobladores de los estados miembros de las Naciones Unidas, evocando que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es el fruto común para todos y teniendo en cuenta que los derechos humanos, el libre albedrío, la igualdad, la solidaridad y la justicia integran el legado en el que se basa la unión de las Naciones, se exige que se tenga en cuenta: el derecho a la existencia de cada ser humano, desde su nacimiento hasta su defunción natural, cada chiquillo tiene el derecho a ser fecundado, germinado e instruido dentro de su familia, que está asentada en los esponsales de un varón y una joven, siendo la familia el grupo de unidad natural y primordial de la sociedad y el derecho de cada vástago a ser instruido por sus papás, quienes tienen el derecho fundamental para escoger el tipo de formación que anhelen dar a su prole. Se demanda, por lo tanto, a todos los Estados que difundan, de manera conveniente, el contenido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Los arranques básicos del hombre han sido calificados de no negociables por Benedicto XVI que dijo: El respeto y la defensa de la vida humana, desde su nacimiento hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y el bien común en todas sus formas.
Clemente Ferrer Roselló
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