Tanto Gobierno como sindicatos y patronal tienen claros los temas que abordarán en las próximas semanas: recorte del paro juvenil y contrato alemán. Para el primero, se podrían plantear rebajas selectivas de las cotizaciones sociales. O quizás, penalizar el empleo temporal, tal y como anunció el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa. ¿Y eso qué significa? Nadie lo sabe, pero los sindicatos advierten en privado al Gobierno que no aceptarán una penalización que sea una compra de una amnistía. O dicho de otra manera, quieren eliminar la temporalidad injustificada, no encarecerla.
Por lo demás, para estos detalles no hacía falta que marearan la perdiz como lo están haciendo. El diálogo social se alarga sin necesidad, se citan para el 7 de enero fijar la agenda de temas. Impresentable. Sobre todo porque las reformas de verdad: cotizaciones a la Seguridad Social y reforma del modelo contractual, han quedado aparcadas sine die de la mesa de negociación.