Los comités de empresa de PRISA se sienten ninguneados en el proceso de entrada del nuevo accionista del Grupo. Se quejan de que las pocas informaciones que les llegan están en un inglés tan técnico que ni los expertos lo entienden. Pero, sobre todo, consideran que la llegada del fondo de inversión va a buscar la rentabilidad sin atender a otros aspectos.
Por ahora, denuncian que la intención es externalizar todo lo externalizable trocear todo lo que sea divisible, vender las porciones prescindibles, abaratar el precio del trabajo y mantener a la cabeza del Grupo a quien no se ha destacado precisamente por su olfato en los negocios. No se sabe si esas palabras se refieren a Ignacio Polanco, presidente del Grupo, o al consejero delegado, Juan Luis Cebrián.
Las externalizaciones más inmediatas son los 300 empleados de informática que pasan a formar parte de la plantilla de Indra, nueva suministradora de PRISA, tal y como señaló PRNoticias a comienzos de este mes. Una incertidumbre a la que se suma la de la venta de Cuatro a Berlusconi.
Los sindicatos anuncian su intención de resolver el problema mediante el diálogo, pero ya no sólo con PRISA, sino también con Liberty.
Rodrigo Martín
rodrigo@hispanidad.com