Es conocido que el PP debe recurrir a 'paracaidistas' para completar sus listas en el País Vasco. Ante la inexistencia de locales que quieran asumir ese reto, las listas son completadas con afiliados de fuera. La novedad es que en Barcelona comienza a ocurrir algo similar. Mientras que Piqué firma el documento para exigir el referéndum desde internet, quien sale a la calle para pedir las firmas es Jorge Moragas, barcelonés de nacimiento, pero residente en Madrid. El mismo caso que Jorge Fernández. Dos 'paracas' de la vida política catalana.
Por supuesto, la actividad era de alto riesgo. Colocarse en la plaza de Cataluña de Barcelona en pleno domingo es arriesgarse a los abucheos y los insultos. Y como era previsible, apenas cosecharon 200 firmas. Una nimiedad si nos creemos los datos de la encuesta publicada por El Periódico que apunta que el único partido que eleva sus intenciones electorales es el PP. Eso sí, Piqué sigue encastillado en su despacho, temeroso de hacer calle, pero contento de mejorar en las encuestas.
Y el ambiente se empieza a enrarecer en el PP catalán que exigen un cambio en la dirección. La postura de Ángel Acebes es clara: Debemos solucionar el problema antes de que nos explote. El problema es que ya está explotando. Y a lo mejor alguien comienza a recordar que Piqué trabajó como director general 'independiente' en una consejería republicana.