La UE ha pedido a IATA que calculen las pérdidas producidas para las aerolíneas por el cierre del espacio aéreo europeo decretado por Eurocontrol. Es la respuesta a la amenaza de que presentarían una reclamación por una actuación que consideran desproporcionada. De esta manera se establece un mecanismo razonable parea valorar y cuantificar las indemnizaciones. Aunque resulta curioso que sea uno mismo quien cuantifica los daños producidos.
Porque además, nadie está calculando el daño que se ha producido sobre los pasajeros. Tanto el emergente como el cesante. Noches de hotel, viajes alternativos, comidas y cenas, llamadas de teléfono. Y la molestia e incomodidad de estar tirado en un aeropuerto sin saber por cuánto tiempo. Nadie indemnizara a los pasajeros. Pero la Comisión se plantea hacerlo a las aerolíneas. Más fuertes y con interlocución. Pero injusto. Probablemente no habría que indemnizar a nadie porque nadie es culpable de la erupción de un volcán. Pero si Eurocontrol asume que ha sido excesivamente prudente, deberá de sacar la chequera para todos.