No es que nadie escandalice con la blasfemia, pero la injuria a Dios Se sobreentiende: a Cristo; el resto de blasfemias son pan mojado- es lo único con lo que está pobre estúpida puede seguir siendo el centro de atención
Y es, también, lo único con lo que puede recibir el aplauso unánime de la prensa, dispuesto a convertir la vulgaridad en arte si la estúpida chica se aviene a mostrar su profunda inteligencia en un escupitajo de cristofobia.
Así que ya sabéis, estúpidos: si queréis convertir vuestra mierdecita en arte, debéis dedicaros, de forma urgente y terminante, a la blasfemia. No hay otro camino, vosotras mismos los habéis cerrado.
Un poco más triste resulta que la prensa española enaltezca a la pobre chica americana estúpida: los unos por fastidiar a los cristianos, los otros por miedo a ser tildados de talibanes.
Esta tarde, la pobre estúpida eructa en Madrid y las crónicas del viernes recitarán la misma salmodia, en su versión cristófoba o en su versión cobardica.
Eulogio López
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