Detenidas 186 personas, entre ellas las cinco responsables de la tramaSi no quieres sopa, toma taza y media. Pues anda que no está mal el país como para que encima noticias como esta vengan a poner la guinda al pastel. La Policía Nacional ha desarticulado una red que defraudó 700.000 euros a la Seguridad Social, cuyos responsables vendían contratos falsos de trabajo para que pudieran cobrar el paro, regularizar su situación como extranjero en el país y/o conseguir otras ayudas sociales.
Los responsables de la trama cobraban entre 300 y 600 euros por contrato, importe que variaba en función de su duración o de la habilidad del comprador para negociar el precio. Han sido arrestadas 186 personas a lo largo de un año de investigaciones, todas en Baleares, entre las que se encuentran los cinco supuestos empresarios.
La investigación comenzó a raíz de un informe de la Inspección de Trabajo relacionado con la creación de unas empresas con un gran número de trabajadores, casi todos de origen marroquí, y en la que se detectaron irregularidades, principalmente en las obligaciones fiscales. Los falsos contratos de trabajo eran utilizados para renovar los permisos de residencia, para solicitar la prestación o el subsidio por desempleo, para acumular días de cotización y para solicitar la incapacidad laboral o las bajas por maternidad.
Todo esto después de los escándalos de los políticos -de todos los signos- que han manoseado las cajas a su antojo otorgándose indemnizaciones millonarias, a ellos o a los suyos; o después de escándalos como los EREs falsos en la Andalucía gobernada por el PSOE. Todo esto no ayuda a la credibilidad de España como país de cara a las negociaciones en el exterior, necesarias en estos momentos de crisis.
Sí, ya sabemos que hay delincuencia en todas partes. Pero noticias como esta contribuyen a que la corrupción y el fraude acaben siendo las características de 'la marca España'.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
Los responsables de la trama cobraban entre 300 y 600 euros por contrato, importe que variaba en función de su duración o de la habilidad del comprador para negociar el precio. Han sido arrestadas 186 personas a lo largo de un año de investigaciones, todas en Baleares, entre las que se encuentran los cinco supuestos empresarios.
La investigación comenzó a raíz de un informe de la Inspección de Trabajo relacionado con la creación de unas empresas con un gran número de trabajadores, casi todos de origen marroquí, y en la que se detectaron irregularidades, principalmente en las obligaciones fiscales. Los falsos contratos de trabajo eran utilizados para renovar los permisos de residencia, para solicitar la prestación o el subsidio por desempleo, para acumular días de cotización y para solicitar la incapacidad laboral o las bajas por maternidad.
Todo esto después de los escándalos de los políticos -de todos los signos- que han manoseado las cajas a su antojo otorgándose indemnizaciones millonarias, a ellos o a los suyos; o después de escándalos como los EREs falsos en la Andalucía gobernada por el PSOE. Todo esto no ayuda a la credibilidad de España como país de cara a las negociaciones en el exterior, necesarias en estos momentos de crisis.
Sí, ya sabemos que hay delincuencia en todas partes. Pero noticias como esta contribuyen a que la corrupción y el fraude acaben siendo las características de 'la marca España'.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com