La City madrileña está convencida de que Mariano Rajoy se equivocó en el trascendental debate parlamentario del pasado jueves. Debía haber votado sí al zapaterazo y al tiempo pedir la dimisión de Zapatero y la convocatoria de elecciones.
Puede ser, pero recuerden que, además de Coalición Canaria y la Unión del Pueblo Navarro (UPN), fueron los catalanes de CIU quienes salvaron al PP. Artur Mas, de convergencia, impuso su criterio a Durán Lleida, de Unió. Y así se llegó a la incoherencia manifiesta de Durán en el hemiciclo: sus medidas son inadecuadas y usted, señor Zapatero, es el culpable de lo que ocurre: debe dimitir y convocar elecciones. Hasta ahí, lo mismito que Rajoy. Pero, sin embargo, no voto negativamente sino que me abstengo para que esas medidas en las que no creo, por insuficientes, deban ser aprobadas.
Con ello, Mas conseguía no anticipar las generales ni hacerlas coincidir con las elecciones catalanas.
Lo malo es que Montilla intenta retrasar la convocatoria todo lo posible, y el próximo duelo, la próxima ocasión de tumbar al Gobierno Zapatero será con los Presupuestos Generales del Estado, que los nacionalistas catalanes pretenden que se aprueben un día después de los comicios catalanes de noviembre... por ejemplo.
Eulogio López
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