La presidenta de CECE explicó que en aquella reunión Manuel de Castro acudió con un dossier con el que se desmarcaba de la plataforma del 12-N, para sorpresa de las demás organizaciones educativas allí presentes. Ese primer desmarque de la FERE vino acompañado, en la rueda de prensa posterior a la reunión, con un segundo desplante de Castro hacia las demás entidades, una actitud que provocó el malestar entre los demás representantes de las organizaciones docentes.
Posteriormente, y según el testimonio de Isabel Bazo, durante la negociación con el Grupo parlamentario del PSOE, Rubalcaba volvió a introducir a la FERE en las conversaciones, además de al sindicato FSIE, a pesar de que éste se había opuesto a la manifestación de noviembre. Este hecho provocó el rechazo de los convocantes, ante lo que consideraban un intento de manipulación por parte de Rubalcaba. FSIE se quedó fuera de las negociaciones y entonces la FERE llevó a cabo su tercer desplante al resto de organizaciones, retirándose de la mesa. Isabel Bazo no dudó en constatar la existencia un montaje político por parte del PSOE para torpedear estas conversaciones: aquello estaba ya pactado, declaró la presidenta de CECE.