Faltan cinco días para la gran manifestación que, bajo el lema La familia SÍ importa, protestará contra las políticas anti-familia del Gobierno, y la Delegación del Gobierno en Madrid continúa poniendo trabas a la labor de los convocantes. Desde la organización se critica especialmente que se les haya impedido el recorrido inicial previsto entre Cibeles y Colón, con la excusa de que ocupar el eje de la Castellana colapsaría Madrid. Sin embargo, el trayecto denegado a la manifestación pro-familia es el que se ha aprobado para la cabalgata del Orgullo Gay de unas semanas después.

A sólo cinco días de la marcha, y después de varias reuniones con los organizadores, la Delegación todavía no ha solucionado el aparcamiento de los más de 600 autocares que se prevé que lleguen a la capital para participar en el evento. En cuestión de transportes, hay que sumar los repentinos problemas que está provocando RENFE al reducir la previsión de plazas y vagones para los posibles viajes de vuelta.

Según el Foro Español de la Familia (FEF), nosotros cumplimos con nuestras tareas tratando de facilitar la labor. Ofrecen datos disponibles; han creado un amplio equipo de orden; envían mensajes para prevenir a los asistentes de posibles contratiempos Incluso se han puesto en contacto con las empresas municipales y regionales de transporte por su cuenta, que les han remitido a Delegación del Gobierno. Las respuestas de la Delegación, según el FEF, son silencios que nada resuelven y pegas continuas.

La organización se queja de que se les prohíba el recorrido inicial previsto, entre la plaza de Cibeles y la de Colón, con la justificación de que significaría colapsar Madrid. Sin embargo, el espacio comprendido entre Cibeles y Puerta del Sol se prevé insuficiente para el millón de personas que se espera. Además, desde el FEF subrayan que la Delegación del Gobierno no ha tenido problemas para conceder el trayecto negado a ellos para la celebración de la cabalgata del Orgullo Gay que tendrá lugar semanas después, en un acto que reúne muchísima menos gente que la que el sábado 18 de junio abarrotará pacíficamente las calles de Madrid, afirman.

Desde el propio comité organizador se habla de servilismo por parte de la Delegación del Gobierno, que trata de entorpecer el éxito de una manifestación que mostrará la nula voluntad de diálogo del Ejecutivo, y temen que las cifras sean manipuladas, como ya sucedió escandalosamente en la manifestación de las víctimas del terrorismo.

Así mismo, se preguntan hasta qué punto Constantino Méndez, Delegado del Gobierno, intenta boicotear una iniciativa ciudadana y democrática, poniendo su tarea de servicio público como arma partidista y sectaria en beneficio de Zapatero. Recuerdan que fue la Delegación del Gobierno quien envió hace tres meses una dotación de cien antidisturbios para disolver violentamente una concentración formada por madres, niños, jóvenes y jubilados contra la Ley por la que se pretende equiparar a los matrimonios con parejas del mismo sexo.

Hazteoir

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