El sueño de La Caixa de poseer un banco ibérico no ha desaparecido. Tras la pugna mantenida con el BCP -primer banco privado de Portugal- por el control del Sabadell, ahora la batalla se traslada a territorio luso. El BCP ha lanzado una OPA hostil sobre la cuarta entidad financiera portuguesa, BPI. En principio, La Caixa ha apoyado al Consejo de BPI, que rechaza la OPA. Ahora ha hecho algo más: ha aumentado su participación en BPI del 16,1 al 19,2%. No puede interpretase esta medida sino como un apoyo a la actual dirección del BPI, con un balance próximo a los 30.000 millones de euros. Pero el futuro queda abierto, y todo el mundo sabe las ganas de La Caixa por disponer de un banco ibérico.
Es la segunda ocasión que se las tiene tiesas con el todopoderoso BCP, a quien hizo frente cuando los portugueses pretendían conquistar el Sabadell.
El sueño de conseguir un banco ibérico tuvo su oportunidad el pasado mes de febrero, cuando desde Moncloa se ponen en contacto telefónico con Josep Oliu (presidente del Banco Sabadell) para ofrecerles nada menos, que lanzarse contra el BBVA de Francisco González. En aquel momento Oliu dejó claro al Gobierno de Zapatero, que una cosa es aspirar de pasar de un banco mediano a uno grande y otra bien distinta es entrar en una operación política que conllevaba comerse a un banco cuatro veces mayor.