En contradicción con el dictamen de la Secretaría de Estado La biblioteca del Congreso de los Estados Unidos es una especie de Consejo de Estado. Es el órgano consultivo más importante del Congreso. Pues bien, la citada biblioteca ha emitido un informe en el que concluye la constitucionalidad de los acontecimientos de Honduras del pasado 28 de junio. Lo que la comunidad internacional califica de golpe de Estado, la biblioteca del Congreso lo bendice calificándolo de constitucional. Y es que -efectivamente- no están los militares en el Gobierno, el Congreso sigue siendo el mismo y la Corte Suprema también.
El dictamen contradice lo señalado desde la Secretaría de Estado, desde donde se han condenado los hechos y se exige el regreso de Zelaya al Gobierno. Así que da toda la sensación de que Estados Unidos está dividido. Además, el informe está fechado en agosto, pero no ha sido hasta la semana pasada cuando se ha hecho público. Da toda la sensación de que los americanos han guardado el cromo celosamente por si las cosas se ponían feas. Y tras el regreso de Zelaya a la embajada de Brasil en Tegucigalpa se pusieron feas. Momento para sacar el cromo.
Por otra parte, el embajador de Estados Unidos en la OEA apoya el proceso electoral del 29 de noviembre con independencia de quien entregue el poder. Un reconocimiento implícito del Gobierno Micheletti. Así que todo parece apuntar que caminamos hacia la normalización política en Honduras.
El dictamen contradice lo señalado desde la Secretaría de Estado, desde donde se han condenado los hechos y se exige el regreso de Zelaya al Gobierno. Así que da toda la sensación de que Estados Unidos está dividido. Además, el informe está fechado en agosto, pero no ha sido hasta la semana pasada cuando se ha hecho público. Da toda la sensación de que los americanos han guardado el cromo celosamente por si las cosas se ponían feas. Y tras el regreso de Zelaya a la embajada de Brasil en Tegucigalpa se pusieron feas. Momento para sacar el cromo.
Por otra parte, el embajador de Estados Unidos en la OEA apoya el proceso electoral del 29 de noviembre con independencia de quien entregue el poder. Un reconocimiento implícito del Gobierno Micheletti. Así que todo parece apuntar que caminamos hacia la normalización política en Honduras.