- Lo que está claro es que, a partir de ahora, no podrá cobrar sus cinco millones de euros de salario.
- La SEPI aplicará en INDRA los mismos criterios de austeridad a los que obliga a todas sus participadas.
- La venta del 20% de Bankia sólo es un trasbordo: el dueño definitivo de la ingeniería aún se desconoce.
- Y con ello, el futuro del presidente.
- Eso sí, en el entretanto, Monzón tiene que limpiar INDRA de apellidos ilustres -por ejemplo, de Europraxis- que ya no aportan el negocio de antaño.
Finalmente, la SEPI se hizo con el 20% del capital de Indra que obraba en posesión de Bankia. El presidente del banco intervenido, José Ignacio Goirigolzarri, quería vender su participación y el Ministerio le advertía que no lo hiciera dado que se trata de una empresa estratégica. Pues bien, el acuerdo fue simple: el Estado se la vendió a sí mismo. Ahora es el propietario de Bankia y primer accionista de Indra. En plata: estamos ante una operación transitoria. El dueño definitivo de la ingeniería de defensa y de tecnología de la información aún se desconoce. Y esperemos que no acabe en manos de un foráneo, que hay muchas ingenierías, sobre todo francesas, y le tienen ganas.
Eso sí, por de pronto, ya hay un cambio. Javier Monzón (en la imagen), un gestor que tiene más de sociata que de pepero, no podrá seguir cobrando más de cinco millones de euros anuales. La SEPI tiene que aplicar los criterios de austeridad que impone a sus participadas. Y eso va a ser un problema para Monzón… o se acabó Monzón. Como ataque preventivo, Monzón se ha aproximado a Dolores de Cospedal para intentar salvar el cargo.
Eso sí, en el entretanto, Monzón tiene que limpiar INDRA de apellidos ilustres -por ejemplo, de Europraxis- que ya no aportan el negocio de antaño. A eso nadie le va a decir que no.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com