Benedicto XVI ha recordado a los gobiernos que los nuevos desafíos del mundo de hoy "requieren una movilización de la inteligencia y la creatividad del hombre" para combatir la pobreza y para una utilización de los recursos y energías disponibles "más eficaz y correcta".
Además, ha subrayado que "es importante tener una concepción positiva de la solidaridad" puesto que es "la verdadera levadura del desarrollo humano integral que permite a la humanidad avanzar hacia nuevos resultados" y que, a su juicio, "encuentra sus raíces en la familia que debe ser apoyada en su misión".
Por otra parte, ha invitado a los gobiernos a "invertir los medios necesarios para donar a la juventud las bases éticas fundamentales" especialmente "en la formación y la lucha contra los males sociales como el desempleo, la droga, la criminalidad y la falta de respeto hacia la persona".
Además, les ha reclamado que "tanto en el plano individual como político" es necesario "encaminarse hacia un compromiso concreto y compartido" para proteger "la Creación" y ha pedido una mayor "vigilancia activa y eficaz para el respeto y la promoción de la dignidad humana" contra "cualquier intento de negarla o instrumentalizarla".
Finalmente, el Papa ha exhortado también a los Estados "a salvaguardar el primado del espíritu" y a promover una política cultural "que favorezca el acceso de cada uno a los bienes espirituales, valorice la riqueza del tejido social y no desanime al hombre en su libre búsqueda de la dimensión espiritual".
Enric Barrull Casals
