Desde Interior se explica el parón técnico de ETA en la debilidad de la banda y el acoso policial. ETA no atenta no porque no quiera, sino porque no puede. ETA para porque no puede más, señala Rubalcaba. Pero hay otro elemento: la presión interna. Batasuna amenazó con desligarse de ETA si había un atentado. Incluso llegó a amenazar si no había un comunicado de ETA. Ahora el comunicado resulta light. No satisface ni las demandas de la ciudadanía vasca ni tampoco las de la propia Batasuna. ¿Y ahora? Le corresponde a ellos solucionar sus problemas, responde Rubalcaba, quien en la mañana de este lunes reiteraba su doctrina: O Batasuna rompe con ETA o convence a ETA de que abandone la violencia. Mientras tanto, el ministro deja claro que el Gobierno no va a cambiar ni una coma la política antiterrorista. Eso sí, se muestra comprensivo con Batasuna: Entiendo que es difícil romper, por miedo, por la conexión histórica, porque es su valor o baza electoral, pero las reglas del Estado son las reglas y no las vamos a cambiar. Traducción: Se acabó; o lo dejáis, u os haremos dejarlo. Y sobre el comunicado, más claro agua: No me fío ni un pelo porque el comunicado mantiene las propuestas históricas y sus objetivos de máximos.
Las posiciones de Mayor Oreja las califica de patología y le reclama que sea sensato y responsable porque sus posiciones no debilitan al Gobierno sino a la misma lucha antiterrorista. Por último, para aquellos del PP que insisten en que la prueba del algodón será la no presencia de Batasuna en las instituciones, les recuerda que serán los tribunales los que resuelvan. Es decir, no deja la puerta totalmente cerrada. ¿Por qué? Seguramente tendrá la respuesta.
Andrés Velázquez
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