Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) se hace valer, a la vista de los resultados del primer trimestre, y continúa sin planes de entrar en Talgo como socio de Criteria Caixa para contrarrestar la OPA del grupo húngaro Ganz-Mavag. Además, ha logrado un ligero premio bursátil, pues su cotización ha ascendido un 0,45%, aunque aún sigue muy lejos de los 44 euros que llegó a alcanzar en 2019, frente a un Ibex que ha descendido un 0,9% el día 7, una jornada marcada por el lanzamiento de una OPA hostil sobre Banco Sabadell por parte de BBVA.

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El fabricante de trenes vasco ha empezado, en general, bastante bien el año, tras los buenos resultados obtenidos en 2023. En concreto, entre enero y marzo, sus ingresos han crecido un 6%, alcanzando el récord de 1.008 millones de euros. De estos, el negocio ferroviario ha aportado el 81% del total, es decir, 816 millones (+11%), por la ejecución de proyectos impactados por los mayores costes y el efecto transitorio del arranque de los nuevos sistemas informáticos de gestión; y el negocio de autobuses Solaris ha facturado 192 millones (-10%) por el alto número de unidades entregadas hace un año, pero ha evolucionado en línea con lo previsto y tendrá un ascenso de ventas hasta el fin del ejercicio.

Por su parte, el resultado de explotación (ebit) ha subido un 9%, a 47 millones; y el margen ebit ha ascendido una décima, hasta el 4,7%, y refleja ligera progresión al alza de la rentabilidad. Gracias a un mejor resultado financiero, debido a la contención de su coste y a la positiva gestión de los excedentes de tesorería, y a un menor impacto de las diferencias de tipo de cambio, el beneficio neto ha crecido un 16%, a 23 millones.

Incrementos destacables, pese a menos pedidos en el trimestre: 444 millones (274 en trenes y 170 en autobuses), frente a los 768 millones (593 en trenes y 175 en buses) de hace un año. CAF ha mostrado una creciente ejecución de la cartera ferroviaria, superior a la contratación, y ha mantenido altos pedidos en autobuses cero emisiones -eléctricos y de hidrógeno-. De esta forma, la cartera total de pedidos ha descendido un 4%, pasando de 14.200 millones a 13.636 millones. Eso sí, tras cerrar el trimestre, ha añadido adjudicaciones por casi 350 millones: en concreto, el suministro de 354 autobuses para Roma (Italia) y el suministro de 20 metros para Oslo (Noruega), que podrían tener extensiones en un futuro. Aunque no hay información actualizada de la evolución trimestral de la deuda financiera neta, que cerró 2023 en 278 millones, lo que supuso una ratio de deuda finaciera neta sobre ebitda de 0,9 veces. 

CAF ha señalado que la cartera de pedidos ofrece “una alta visibilidad de la actividad futura, en términos de crecimiento, rentabilidad y generación de caja, y se alinea con las perspectivas”. Y seguirá creciendo, por ejemplo, gracias a Reino Unido, donde el gestor ferroviario, Network Rail, ha lanzado un contrato para modernizar la señalización por unos 4.677 millones de euros, el cual ha repartido en dos lotes y ha delimitado las empresas a las que va a ir pidiendo proyectos en los próximos 10 años: CAF es una de ellas, tras presentarse en consorcio con una empresa inglesa, y el contrato británico va en línea con el objetivo de crecer en señalización que figura en su vigente plan estratégico.

Los resultados del fabricante ferroviario que preside Andrés Arizkorreta y dirige Javier Martínez Ojinaga habrán hecho muy felices a los accionistas. Entre estos, destacan los propios empleados, que son dueños del 24,973% del capital; seguidos de: Kutxabank (14,056%); Indumenta Pueri -el holding familiar de los hermanos Domínguez de la Maza, que son propietarios, entre otras cosas, de la marca de ropa infantil Mayoral-, con un 5,022% del capital; Daniel Bravo (5%), el Instituto Vasco de Finanzas (3%) y la gestora de inversión independiente Invesco (1,107%).