El ministro de Economía, Carlos Cuerpo tan mentiroso como su predecesora, Nadia Calviño, pero más lento de reflejos, aseguró el jueves 9 que tenía una lista muy amplia de candidatos para gobernador del Banco de España. Es decir que el Sanchismo se encuentra, una vez más, ante la tesitura de ser prisionero de sus propios tópicos.

Por un lado, no tiene la menor intención de compartir con el primer partido de la oposición los nombramientos de gobernador y subgobernador. Por otro, su imagen feminista, la que con más mimo cuida el Gobierno, porque es la única en la que posee consenso con los comunistas y con la derecha progre-pepera, ha quedado un tanto desvaída por el caso Telefónica.

Además, por el momento, Escrivá no se ha inscrito como mujer en registro alguno.

¿El motivo de tanta ambición por el caso de Hernández de Cos? Pues verán, el Banco de España (BdE) es un organismo poderoso. Si bien ya no controla ni la política monetaria ni la inspección bancaria, ambas delegadas en el Banco Central Europeo (BCE), todavía constituye el Servicio de Estudios más prestigioso del país, una especie de oráculo sobre la marcha de la economía española.

En esta tesitura, un hombre como Hernández de Cos, quien, tras una juventud radical, ha dado en economista moderado y, sobre todo, extraordinariamente institucional, era el personaje indicado para el cargo. Durante su mandato, que coincide con el Sanchismo, Hernández de Cos ha renunciado a denunciar la nefasta política económica de Sanchez. Su frase favorita a los periodistas era: a mí no me vais a coger ahí. Por eso es despedido con honores.

Es más ha conseguido no mentir, decir la verdad, pero de una manera tan suave, tan delicada, tan técnica... que recibió hasta el aplauso de la vicepresidenta Calviño, no por lo que decía, que era tremendo, sino porque, tal y cómo lo decía, no representaba ningún peligro para el Gobierno.

Dicho de otra forma, Hernández de Cos ha denunciado, una y otra vez, la tendencia al gasto excesivo del Sanchismo y una productividad bajo mínimos, pero lo ha planteado de tal forma, que el Gobierno, sólo eficaz en propaganda, era muy capaz, no ya de ocultar las conclusiones de los análisis del Banco de España, sino incluso de presentarlas como la demostración de un éxito sin precedentes del señor Sánchez.

¿Quién le sustituye cono nuevo gobernador? Cualquiera menos José Luis Escrivá, por favor. El titular de la cosa informática, el ambicioso al que le han dejado un ministerio sin contenido tras su desastrosa gestión con las pensiones, tiene como último tren que no puede perder, la gobernaduría del BdE. En el Gobierno manda menos que un gitano en un juzgado.

Por supuesto, no habrá consenso con el PP: serán los socialistas quienes nombren a gobernador y subgobernador... los mismos que acusan al primer partido de la oposición de no renovar por consenso a los miembros del Consejo General del Poder Judicial. La verdad es que, con esos 'consensos' sanchistas, casi comprendo la actitud 'negacionistas' del estafermo de Núñez Feijóo.

Además, en Moncloa piensan que el nuevo gobernador del BdE debería ser una mujer para enjuagar la imagen, pelín machista, de que el representante de la SEPI en Telefónica sea un varón, Carlos Ocaña, otro amiguete de Sánchez que, encima, ha provocado la salida del Consejo de una mujer, Carmen García de Andrés.

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No, no ha quedado muy feminista. Por eso Escrivá ha soltado aquello de que el muy feminista gobierno de España podría nombrar a otra consejera en Telefónica. Legalmente no tiene derecho a ello dado que debería entonces superar el 13,2% del capital, cuando apena ha superado el 6%, según la última información oficial. De esta forma, habiendo tranquilizado a la hiena feminista, el Gobierno podría nombrarle a él, José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España.

A partir de entonces, el prestigio del análisis económico del Banco de España ya sabrán ustedes dónde habrá que buscarlo: en el vertedero más próximo.